REPORTERO1 
En la Opinión de Benjamín Carrera.- La célebre Virginia Woolf dijo que “La historia de la oposición de los hombres a la emancipación de las mujeres es más interesante quizá que el relato de la emancipación misma”, palabras que cimbran por la verdad que hay en ellas.
Hoy, 8 de marzo, más que ayer y menos que mañana, es necesario no dar un paso atrás por las mujeres, sobre todo cuando construimos la paz desde el avance en la igualdad de derechos conmemorando no sólo el Día Internacional de la Mujer sino la lucha que se vive en el día a día.
El empoderamiento de las mujeres debe traducirse en una mayor autonomía de ellas, acompañada de la visibilidad y legitimación de sus aportaciones a través de espacios que les permitan participar plenamente con independencia del sector en el que se desenvuelvan, precisamente porque el acceso de las mujeres a los recursos económicos y sobre todo el control sobre el destino de los mismos, es indispensable para lograr la igualdad y el crecimiento económico del país.
En este sentido, a través de la participación activa y visible de la mujer en espacios tanto privados como en la esfera pública, se demuestra que no hay techos de cristal que romper, sino espacios por ocupar que les pertenecen por derecho propio.
Aunque con gusto debemos reconocer -sin olvidar lo que permanece como pendiente- que en México se ha avanzado en la lucha por la igualdad de las mujeres alcanzando máximos históricos en la participación laboral que se acompañan de una política salarial que permite a las mujeres aumentar su poder adquisitivo y reducir la brecha salarial, cuestiones que a su vez contribuyen a disminuir la violencia económica que sufren las mujeres.
Ahora bien, hemos de decir que, de entre todas las brechas que separan a las mujeres, la brecha en cuanto a la participación política de las mujeres es de las más marcadas debido a que conlleva la falta de su participación en la toma de decisiones, dejando de lado la satisfacción de algunas necesidades a través de las normas y de las políticas públicas.
En un país en el que, como en muchos otros, el machismo ha querido perpetuar el protagonismo de los hombres en la historia, es de resaltar lo que las mujeres han logrado a través de la sororidad, la persistencia y la resistencia: El derecho a votar y ser votadas fue reconocido para las mujeres mexicanas desde 1955, aunque pasaron más de 20 años para que esto se materializara y una mujer fuera elegida gobernadora; sin embargo, el 2021 fue un año clave para consolidar y avanzar en la paridad en el ámbito político, que derivó en que actualmente México haya alcanzado el mayor número de mujeres gobernadoras en la historia. MORENA ha sido un espacio propicio para la participación política ya que 7 de las 9 gobernadoras en México emanaron de este instituto político.
Es por ello que en esta ocasión es necesario seguir haciendo historia, aprovechar que es el tiempo de las mujeres y que es momento de transformar y seguir construyendo la esperanza de México reivindicando y reconociendo el papel que las mujeres siempre han tenido en el progreso.
Hoy es tiempo de las mujeres y, sobre todo, es el momento de pasar del discurso y las buenas intenciones a los hechos. Es tiempo de que México sea liderado por una mujer y ¡Que siga la transformación!
