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Nueva escalada de tensión entre Estados Unidos y China. La semana pasada el país norteamericano detectó un globo espía chino sobrevolando varias localidades del país. Tras varias discusiones, finalmente el sábado aviones de combate derribaron el globo espía mientras flotaba frente a la costa de Carolina del Sur.
“Lo hemos derribado con éxito y quiero felicitar a los aviadores que lo hicieron”, declaró el presidente Joe Biden en declaraciones recogidas por Reuters.
El derribo se produjo poco después de que el Gobierno de Estados Unidos ordenara detener los vuelos en torno a la costa de Carolina del Sur debido a lo que calificó en ese momento como un “esfuerzo de seguridad nacional” no revelado. Washington había calificado el globo como una “clara violación” de la soberanía estadounidense.
El secretario de Defensa, Lloyd Austin, fue el primero en anunciar el derribo, diciendo que el globo estaba siendo utilizado por China “en un intento de vigilar sitios estratégicos en el territorio continental de Estados Unidos”.
China había confesado el día anterior que el globo era suyo, si bien había matizado que tenía fines meteorológicos civiles y otros objetivos científicos y lamentó que se hubiera desviado hacia el espacio aéreo estadounidense.
Tras este nuevo conflicto diplomático, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha aplazado una visita a China cuyo inicio estaba previsto para el pasado viernes.
Por su parte, China ha acusado a EE.UU. de emprender una acción “claramente desproporcionada” y que supone una “seria violación internacional”, según el ministro de Exteriores chino, Qin Gang. “China expresa su fuerte descontento y protesta contra el uso de la fuerza por parte de Estados Unidos para atacar una aeronave civil no tripulada”, dijo Qin Gang, y añadió que el Gobierno chino “se reservará el derecho de dar más respuesta de ser necesario”, según agencias.
