REPORTERO1 
El PSG está a un mes de una eliminatoria capital en Champions contra el Bayern y las sensaciones no pueden ser peores ahora mismo. Los parisinos comenzaron el año perdiendo en Lens y volvieron a caer derrotados en su visita al campo del Rennes. Los bretones, gracias a un solitario gol de Traoré, agudizaron el mal momento de forma de los de Galtier, que se encontraron un laberinto sin solución en Roazhon Park.
Al PSG, sin Mbappé ni Achraf de titulares, le está costando encontrar su mejor versión después de Mundial. Ya antes de Qatar dio síntomas de debilidad, pero de ese equipo arrollador, incontenible y hambriendo de principios de temporada quedan pocos reductos. En la fría Bretaña, el líder de la Ligue 1 se topó con un rival, el Rennes, que le replegó con un sistema de cinco defensas que fue una tela de araña total para los de Galtier.
De hecho, se fue al descanso sin tirar a puerta. Salvo un disparo de Messi en la frontal que se marchó por encima del larguero y un remate de Vitinha de larga distancia que estuvo muy lejos del travesaño, el PSG fue un fantasma en Rennes. Los de Genésio fueron poco a poco creyéndose que podían hacerle daño a su rival y obligaron a intervenir a Donnarumma. El italiano salvó un gran remate de Gouiri en la frontal y después le quitó a Kalimuendo el 1-0 con un remate a bocajarro que prácticamente era gol.
Galtier esperó nueve minutos para dar entrada a Mbappé. El PSG estaba acorralado en Rennes, incapaz de generar peligro y con un Donnarumma que se estaba haciendo gigante. Sin embargo, la noche estaba de color rojinegro. Un gran contragolpe bretón, iniciado por Truffert, que le cogió la espalda al recién entrado Achraf, y finalizado por Traoré con la izquierda, fue la gota que colmó el vaso para el conjunto de la capital francesa. Mbappé, a pase de Messi, erró una oportunidad flagrante ante Mandanda y el PSG consumó su segunda derrota de la temporada, la segunda en los últimos tres partidos.
