El legislador republicano Kevin McCarthy perdió el martes las primeras tres rondas de votación para presidir la Cámara de Representantes de Estados Unidos , cuando los conservadores de línea dura de su partido votaron en su contra, dejando a la nueva mayoría en un estado de confusión.
La Cámara levantó la sesión este martes sin lograr elegir a su nuevo presidente, algo nunca visto en 100 años.
En un comienzo vergonzoso de lo que podría resultar en un enfrentamiento brutal entre los representantes de línea dura y la mayoría de los republicanos de la Cámara, McCarthy no alcanzó los 218 votos que necesitaba para suceder a la demócrata Nancy Pelosi como presidente.
Es la primera vez en un siglo que la Cámara no logra elegir un líder en la primera votación. El líder demócrata de la Cámara, Hakeem Jeffries, superó a McCarthy en la boleta electoral por 212 a 203 votos, ya que 20 republicanos optaron por un candidato diferente.
El rival republicano conservador de McCarthy, el representante Andy Biggs, obtuvo 10 votos. Se necesita una mayoría absoluta de los votantes, no una relativa, para determinar al presidente de la Cámara. Los congresistas seguirán votando hasta que consigan elegir al presidente de la Cámara de Representantes.
A los opositores de línea dura de McCarthy les preocupa que esté menos involucrado en las rivalidades partidistas que han dominado la Cámara baja, más aún tras el gobierno del republicano Donald Trump.
De prolongarse, el proceso de elección podría minar la esperanza de los republicanos de la Cámara de avanzar rápido en sus prioridades, como las investigaciones potencialmente perjudiciales sobre la gestión y la familia del presidente estadounidense, Joe Biden, así como temas legislativos relacionados con la economía, la independencia energética y la seguridad fronteriza.
Los republicanos consiguieron una estrecha mayoría de 222 a 212 en las elecciones legislativas de noviembre, lo que significa que McCarthy, o cualquier candidato a presidente de la Cámara baja, necesitará unir a un grupo díscolo para obtener el mando. Los demócratas tienen una pequeña mayoría en el Senado.