México es el país que no está en guerra más peligroso para el ejercicio del periodismo, asegura en su balance de 2022 la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF), dado a conocer este miércoles 14 de diciembre.
En el reporte, la organización recuerda que en este año, 11 periodistas han sido asesinados, en contraposición a los siete del año pasado, lo que supone cerca del 20% de los periodistas asesinados en todo el mundo.
“En los últimos diez años, al menos 80 periodistas han sido asesinados en México (de los cuales, 46 en los últimos cinco años) por ejercer su profesión, a pesar de las presiones de la sociedad civil y las organizaciones internacionales, como RSF, para que el Gobierno luche con mayor eficacia contra esta violencia”, señala RSF.
La organización apunta que este 2022, los mecanismos de protección a periodistas “han dejado patentes sus limitaciones” como en el caso de la periodista Lourdes Maldonado López, quien era beneficiaria de las medidas de protección en el Estado de Baja California cuando fue asesinada frente a su casa de Tijuana el 13 de enero de este año.
El reporte de RSF menciona que aproximadamente seis de cada diez periodistas (el 64,9%) han perdido la vida en países considerados en paz, de los que México es el más peligroso.
“Este incremento obedece, en parte, al fin de las restricciones para viajar impuestas por la pandemia de Covid 19, que ha permitido que los periodistas vuelvan a desplazarse sobre el terreno para reportar”, menciona.
Sin embargo, “algunos países como México, siguen sin controlar la violencia que gangrena sus territorios y que afecta directamente a los periodistas”, enfatiza.
A los muertos en México se suman en Latinoamérica seis periodistas asesinados en Haití, tres en Brasil y uno en Colombia, Guatemala, Honduras, Ecuador, Chile, Paraguay y Estados Unidos. Jeff German, veterano periodista de investigación de ‘Las Vegas Review-Journal’ especializado en crimen organizado y corrupción, se convirtió en el primer periodista asesinado en el país desde 2018 tras ser apuñalado en septiembre en su domicilio.
Además, de los dos periodistas reportados como desaparecidos en el transcurso de 2022, uno es mexicano. Se trata del fundador del portal de noticias Chiapas Denuncia Ya, Roberto Carlos Flores Mendoza, de 41 años, desaparecido el 20 de septiembre. Tampoco hay rastro del vehículo
que conducía.
“Durante cuatro años y hasta la víspera del día de la desaparición de su creador, Chiapas Denuncia Ya era conocida por investigar los abusos de las autoridades locales y por publicar las quejas de los ciudadanos. Este nuevo caso eleva a 27 el número de periodistas desaparecidos en México”, detalla.
El informe explica que tanto RSF como la organización Propuesta Cívica han denunciado estos casos recientemente ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La otra desaparición se produjo en Europa el pasado 4 de marzo, en la localidad ucraniana de Dymer, al norte de Kiev, ocupada por las fuerzas rusas.
El reportero Dmytro Khiliuk trabajaba para la agencia de noticias ucraniana UNIAN y, según los informes, habría sido trasladado, desde entonces, a Rusia.
Pese a la solicitud de información cursada sobre su desaparición ante el Comité de Investigación de la Federación Rusa, no se ha recibido ninguna respuesta hasta la fecha. Este caso se suma a los otros 10 casos de desaparición forzada registrados por RSF. Las desapariciones se califican como “forzadas” cuando implican directamente a los Estados.
RSF lamentó que, “después de dos años de calma, con cifras históricamente bajas, el número de periodistas asesinados en 2022 en el ejercicio de sus funciones ha crecido un 18,8%”, con 57 asesinados, frente a los 48 de 2021 y los 50 de 2020.
“La guerra que estalló en Ucrania el 24 de febrero explica en parte este hecho”, dijo, al tiempo que apuntó que “el número de periodistas asesinados en zonas de conflicto ha crecido y representa el 35% de todos los asesinatos, frente al 32% del año pasado”.
En otro orden de cosas, 65 periodistas se encuentran secuestrados en la actualidad, una cifra que permanece sin cambios desde 2021. Todos los rehenes se concentran en Siria (43), Irak (once) y Yemen (once), a excepción del periodista francés Olivier Dubois, secuestrado en Malí.
El principal responsable de estos secuestros es Estado Islámico, que retiene a 28 reporteros, mientras que grupos vinculados a Al Qaeda, rebeldes sirios respaldados por Turquía y las autoridades autónomas kurdas de Siria retienen a catorce. Por su parte, los huthis mantienen secuestrados a diez en Yemen, mientras que Hayat Tahrir al Sham (HTS) tiene en su poder a otros ocho en Siria.
Este año, el número de periodistas encarcelados en el mundo superó el máximo alcanzado el año anterior, denuncia RSF, que apunta que 533 reporteros se encuentran entre rejas por ejercer su trabajo, de los cuales más del 25% ha sido enviado a prisión durante este año.
A la cabeza de la lista figura China, que “sigue siendo la mayor cárcel de periodistas del mundo”, con 110 presos. En Myanmar hay 62 reporteros en prisión, por los 47 en Irán. De esta forma, dos regiones concentran tres cuartas partes de los encarcelamientos: cerca del 45% están presos en Asia, mientras que algo más del 30% lo están en el norte de África y Oriente Próximo.
La cifra considera además un “aumento histórico” de mujeres periodistas en prisión, con 78 entre rejas. “Después de subir cerca del 20% el año pasado, el número de periodistas presas registra un nuevo aumento récord y crece un 27,9% en 2022”, resaltó.
“En comparación, el número de sus colegas masculinos de profesión en la cárcel se ha incrementado sólo un 11,2%. Las mujeres periodistas ya representan el 14,6% del total, cuando eran menos del siete por ciento del total hace solo cinco años”, apuntó.
En este sentido, ha explicado que “este nuevo aumento refleja la feminización creciente de la profesión y confirma, a la vez, que las mujeres no están exentas de la represión”. “Como sus colegas masculinos de profesión, son víctimas de los regímenes más implacables con la libertad de prensa”, ha señalado.