REPORTERO2 
Muchas personas marcharon en Chihuahua y otras ciudades el domingo 13 de noviembre para defender al INE. Otras marcharon del Ángel de la Independencia al Zócalo de la ciudad de México el domingo 27.
Ya los chairos y los opositores al gobierno federal construimos y seguimos construyendo nuestra propia versión sobre las marchas, relatos a modo, explicaciones sobre si está bien o mal apoyar o combatir al presidente o al INE. Ya circularon y seguirán circulando miles de noticias, columnas, mensajes por los periódicos, la radio, la TV y las redes sociales.
Sin pretender endulzar el oído ni sacar ronchas a los chairos o a los opositores al presidente, comparto mi propia explicación. De inicio, yo también defiendo a la democracia y al INE.
En Chihuahua hay y ha habido mucha gente, ríos de gente, multitudes que se han movilizado por ideas de avanzada, causas dignas. Participaron masivamente en la revolución, muchos de ellos en la División del Norte. Más después destituyeron al gobernador Óscar Soto Máynez en 1955, intentaron la toma del cuartel militar de Madera en 1965, intentaron la expropiación de bancos en 1972, apoyaron a candidatos de oposición en 1983 y ganaron la gubernatura para Barrio en 1986, cuando no se la reconocieron; luego esos ríos de gente contribuyó para que ganaran César Duarte, Javier Corral, Maru Campos y Andrés Manuel López Obrador.
Chihuahua ha tenido y tiene grandes personajes de la izquierda y de la derecha. El pueblo es otra cosa. El pueblo ha sido cambiante y va tomando cada vez mayor conciencia. Hay muchas evidencias de que el pueblo no es capital político de una persona o partido político. El pueblo de chihuahua es cada vez más despierto y actuante. Siempre ha sido actuante, pero ahora está cada vez más despierto.
El pueblo ya no se va con la finta: puede escuchar, ver y leer en los medios las noticias más terribles a favor o en contra de estos dos mundos en lucha. Luego aplica su criterio para diferenciar entre defender a la democracia o al INE o a los sueldos de Lorenzo Córdova y algunos funcionarios que ganan el doble y algunos hasta el triple que el presidente de la república.
¿Hubo problemas cuando cambió el IFE a INE? ¿Tomaron en cuenta al pueblo? No. Así pasaban las cosas antes.
De esa forma, fue una canallada que desaparecieran al IEE de la organización de las elecciones de las autoridades auxiliares de muchas comunidades rurales en el estado de Chihuahua. ¿el IEE o la gente dijeron algo? Borraron al IEE como árbitro y se otorgó a cada municipio la facultad para organizar las elecciones de presidencias seccionales y comisarías. Nadie dijo nada, ni una opinión, ni manifestaciones, ni marchas.
Qué bien que la gente se manifieste. Cuando la gente marcha y grita y deja ver su odio o su entusiasmo, todos aprendemos, porque cuando acaban las pasiones y llega la serenidad, quedan los argumentos, por ejemplo, que al INE le haría bien fortalecer su compromiso democrático, que el “no se toca” no lo salva de que cuatro consejeros terminan su encargo, entre otras cosas.
Seguramente esa reforma, como la eléctrica, no va a pasar, pero eso no significa que se acabe el mundo ni que le cierren las puertas al gobierno.
Vale la pena luchar por la democracia, que el INE deje de ser el árbitro al servicio de la derecha, como es hoy, y que no esté al servicio del gobierno en turno, de este o de cualquier otro partido: que no se meta a favor o en contra de los partidos políticos o las personas, que no se haga sordo y ciego cuando sus consejeros deciden dejar pasar millones de pesos sustraídos de los impuestos de los estados, de universidades, de empresas, como ha pasado a favor de las campañas de los partidos que marcharon el día 13 defendiéndolo.
Aquí en Chihuahua también había contribuyentes para amigos de Fox que metieron dinero ilegal a su campaña; en otro momento César Duarte cometió el delito de enviar dinero de los impuestos de los chihuahuenses para las campañas de su partido. Chihuahua fue parte de la Estafa maestra, que todavía se está investigando. No es posible que el INE no se haya dado cuenta. En cambio, el INE sí quitó candidaturas a gubernaturas a Morena en Michoacán y Guerrero por no informar gastos de menos de veinte mil pesos. Ese INE está tocado o ciego o atrofiado. Yo me manifiesto por rescatarlo, por volverlo a su función esencial: defender la democracia.
En la marcha del domingo 13 hubo mucho odio y mucho dinero. En Chihuahua participaron, entre otros ciudadanos, funcionarios del IEE y del INE con sus colores y logotipos oficiales, diputados federales, diputados locales, funcionarios del gobierno del estado y del municipio, representantes de partidos, líderes empresariales, elementos de seguridad, de protección civil, el Halcón 1 sobrevolando el cielo y, quizá también algún príncipe y una golondrina escapados del palomar.
En la marcha del domingo 27 hubo más de un millón de personas felices acompañando a su líder por primera, segunda, tercera o más veces, en una lucha que se describe en ciento diez logros que hay que seguir defendiendo de manera consciente, con movilización.
Ninguna de las dos historias es definitiva. Cada marcha seguirá escribiendo la suya.
Definitivamente, las marchas enseñan. Es conveniente que el pueblo siga movilizado para que siga la democracia, para que el pueblo decida los asuntos importantes de esta nación. Que se fortalezca la actitud y se alumbre la conciencia. Que no se detenga el movimiento de esta nación en marcha.
