El príncipe Harry se negó a asistir a una cena con el rey Carlos y el príncipe William en Balmoral después de que a Meghan se le prohibiera unirse a la familia el día de la muerte de la reina Isabel II.
El duque de Sussex insistió en que su esposa estuviera allí el 8 de septiembre, pero Carlos le llamó para decirle que “no era apropiado” que la ex actriz le acompañara en aquel momento.
Se sabe que el príncipe perdió un vuelo de la RAF a Escocia con su hermano William y sus tíos Andrew y Edward, por lo que se le pidió que preparara su viaje por sus propios medios. Finalmente aterrizó en Aberdeen sin Meghan a las 18.35 horas, minutos después de que se anunciara al mundo la muerte de la reina Isabel.
Según revelaron fuentes internas, cuando el príncipe llegó a Balmoral 90 minutos más tarde, rechazó asistir a la cena en Birkhall, con el nuevo rey Carlos, la reina consorte Camilla y William y, enojado, prefirió guardar luto con Andrew, Edward y Sophie de Wessex, en el castillo de Balmoral.
“Harry estaba tan ocupado tratando de llevar a Meghan a Balmoral y hablando con su familia que perdió el vuelo. Carlos tiene una invitación abierta para que Harry cene con él siempre que esté en el país, pero estaba tan enojado que se negó a comer con su padre y con su hermano. Fue un enorme desaire y salió de Balmoral lo antes posible para tomar el primer vuelo comercial de regreso a Londres”, dijo el informante a The Sun.
A pesar del desaire de la cena, William pidió a Harry y a Meghan que les acompañaran a él y a Kate a ver las flores en el castillo de Windsor el 10 de septiembre.
Finalmente Carlos III permitió a su hijo llevar un uniforme militar para una vigilia con los otros siete nietos de la reina durante el Lying-in-State, en Westminster Hall.
Harry y Meg regresaron a su casa en California, Estados Unidos, el martes pasado, 24 horas después de que la familia velara a la monarca más longeva de Gran Bretaña.