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El salario mínimo ha registrado en la actual administración el incremento real más alto para un periodo comparable de los pasados cuatro sexenios. Sin embargo, tal fue el deterioro en el poder adquisitivo de este indicador, que actualmente equivale a la mitad del valor que tenía en 1976, exhibe el cuarto Informe de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El documento reporta que con los cuatro incrementos consecutivos de 2019 a 2022, el salario mínimo recuperó 65.1 por ciento de su poder adquisitivo a nivel nacional, mientras en la zona libre de la frontera norte (ZLFN) la recuperación fue de 148.7 por ciento, lo que benefició a las personas trabajadoras que menos ganan.
Datos desglosados por año exhiben que en realidad el valor del salario mínimo tuvo un incremento de 60.3 por ciento entre 2018 y 2022, frente a 2.6 por ciento que resultó en el periodo comparable de la administración de Enrique Peña Nieto, de 2012 a 2016.
En el lapso comparable del gobierno de Vicente Fox, el salario mínimo perdió 1.1 por ciento de su valor y con Felipe Calderón –quien buscó venderse como el presidente del empleo– la reducción entre 2006 y 2010 alcanzó 1.2 por ciento.
Durante décadas el salario mínimo dejó de proteger el ingreso de las personas trabajadoras. En 1976, éste equivalía a 344 pesos diarios actuales; no obstante, en las décadas siguientes llegó a perder hasta 75 por ciento de su valor. Este proceso de precarización ubicó a México entre los países con menores salarios mínimos en la región, reporta el Informe de gobierno.
Datos sobre los salarios mínimos reales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, actualizados hasta 2020, muestran que México es la nación con las remuneraciones más bajas entre los países de los que se tienen datos, incluso 81.7 por ciento por debajo del promedio.
Como parte de los incrementos en la remuneración base, en 2022 aumentó en 22 por ciento al establecerse en 172.87 pesos diarios y en 260.34 pesos diarios en la frontera norte. Con ello, su cobertura de la línea de pobreza por ingresos urbana que establece el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social llegó a 196.9 por ciento en la frontera norte y a 130.8 por ciento en el resto del país, mientras en 2019 cubría sólo 78.2 por ciento.
A la par, el incremento nominal de 95.6 por ciento en los salarios mínimos generales de 2019 a 2022 implicó una reducción acumulada de la brecha de género de 20 por ciento a nivel municipal, destaca el Informe. Esto se explica por el aumento del salario promedio de las mujeres, que fue 4.9 puntos porcentuales más que el crecimiento del salario de los hombres durante el periodo.
Detalla que en 10 por ciento de municipios con salarios promedio más bajos percibidos por mujeres, el aumento del salario mínimo redujo la brecha de género en 55.5 por ciento.