El hecho de que las empresas lograsen apoyarse en el teletrabajo para salir adelante fue toda una revolución. La tecnología entró en los hogares para abrir nuevas puertas y oportunidades. Pero, a pesar de esta parte positiva, la hiperconectividad se volvió todavía más acusada, hasta el punto de que jóvenes y adultos han comenzado a ver sus consecuencias.
Un artículo, Tecnoestrés e hiperconectividad al trabajo: causas, variables intervinientes y consecuencias en la salud y bienestar del trabajador, menciona un nuevo concepto que explica esta hiperconectividad y cómo impacta en la vida de los profesionales. Pues estos desconocen desde el principio, cómo mantener una relación sana con la tecnología.
El tecnoestrés se considera una enfermedad que puede generar ansiedad, una sensación de no saber aprovechar las tecnologías para llevar a cabo el trabajo y cansancio mental. El auge del teletrabajo al que se tuvieron que adaptar los profesionales de un día para otro durante la pandemia generó demasiado tecnoestrés. Pero, todavía en la actualidad, este continúa.
La hiperconectividad se produce porque el trabajo se convierte en estar delante de una pantalla lidiando con los entresijos tecnológicos que permiten realizar exitosamente las tareas laborales. También, porque en los descansos es el móvil la herramienta a través de la cual contactar con amistades, pareja o familia para entablar una conversación.
Al final, la vista pasa de una pantalla a otra sin descanso provocando una hiperconectividad constante. No obstante, también la falta de horarios al trabajar desde casa o estar atentos a cualquier tipo de llamada o mensaje que entre en el correo impide que las horas de descanso se aprovechen para despejar la mente. Al final, todo esto afecta a la salud mental.
Una buena manera de comprobar si la hiperconectividad está teniendo un impacto negativo en la salud es darse cuenta de que, incluso al comer, uno está pendiente del móvil, el correo o las llamadas. Esto nos sumerge en un estado de alerta constante que no es nada beneficioso y que termina provocando una situación de estrés que no desaparece.
La mejor forma, según afirma el artículo Estrés y burn out. Definición y prevención de Elsevier, es teniendo tiempo libre. Puede que se considere que se tiene al descansar, pero si uno continúa pegado a una pantalla el tiempo libre no se está aprovechando. Se puede leer o dar un pequeño paseo.
Otra buena manera de reducir el estrés por hiperconectividad es practicando alguna actividad. Puede ser hacer deporte o realizar algún curso, pero debe ser algo que permita salir del hogar y de ese espacio de tecnoestrés. Esto permitirá aprovechar ese tiempo de descanso.
Si bien la tecnología es fundamental actualmente, no se puede convertir en un elemento que sea una prolongación de nuestras manos. Debemos aprender a desconectarnos para que el estrés no termine afectando a la salud mental y derivando en otros problemas como la ansiedad.