La medida ha sido aprobada este jueves por la Junta de Recursos del del Aire de California (CARB, por sus siglas en inglés), el organismo estatal a cargo de combatir la contaminación ambiental.
Y establece que a partir de 2035 todos los coches nuevos que se vendan tendrán que ser eléctricos o modelos híbridos.
El objetivo de la medida es reducir de forma drástica las emisiones de dióxido de carbono en las próximas dos décadas y quienes la impulsaron ya hablan de que supondrá toda una revolución de la industria automotriz del país.
La medida se irá implementando de forma progresiva.
Así, para 2026 el 35% de los coches nuevos tendrán que ser cero emisiones, un porcentaje que deberá aumentar hasta alcanzar el 68% para el 2030 y el 100% en cinco años más.
Los fabricantes que lo incumplan podrán enfrentar multas de hasta US$20.000 por unidad, de acuerdo a CARB.
Los autos de este tipo ya han ido ganando popularidad en los últimos años en el estado.
Mientras en 2012 solo el 2% de los autos vendidos eran eléctricos, para 2018 ya constituían el 7% de las ventas de vehículos nuevos.
Y a día de hoy el porcentaje de vehículos no contaminantes alcanza el 16%, con un total de 1,13 millones registrados en el estado, entre eléctricos e híbridos enchufables. Es el 43% de todos los vehículos de este tipo que existen a nivel nacional.