Dos días después del accidente del avión de China Eastern que se estrelló en el sur del país se desvanecen las esperanzas de encontrar con vida a alguna de las 132 personas que viajaban a bordo, y hasta ahora los equipos de rescate solo han conseguido recuperar una de las cajas negras del aeroplano.
El avión realizaba el trayecto entre las ciudades de Kunming (suroeste) y Cantón (sureste) y despegó a las 13:15 hora local del lunes antes de precipitarse rápidamente a tierra en la región de Guangxi a las 14:38 hora local.
No se conocen todavía las causas del accidente, pero se espera que las cajas negras puedan contribuir a esclarecer lo sucedido.
La caja hallada hoy está gravemente dañada, anunciaron trabajadores de los grupos de rescate citados por la agencia oficial Xinhua, y todavía está por determinar si es el aparato que registra las voces en la cabina de mando o la información técnica del vuelo.
El avión se estrelló a unos 25 kilómetros al suroeste de la localidad de Wuzhou, en una zona remota que ha supuesto un desafío para los trabajos de rescate.
Pese a las más de 2 mil personas sobre el terreno colaborando en las tareas, “el lugar donde se estrelló el avión es una zona forestal montañosa que complica cualquier búsqueda”, explicó un experto citado por Xinhua.
Según declaraciones de los testigos y algunos vídeos que circulan en medios chinos, el avión cayó en picado contra las montañas de Guangxi.
Las condiciones meteorológicas también han afectado a las labores de rescate: en la mañana del miércoles, la lluvia en la zona provocó la suspensión temporal de las tareas y la televisión estatal informó incluso de riesgo de pequeños corrimientos de tierra en la zona como consecuencia de las precipitaciones.
En cualquier caso, el paso del tiempo y la violencia del impacto del avión -un lugareño describió a Xinhua haber visto un “gran agujero” en el lugar del impacto, a cuyo alrededor había “árboles derribados en un radio de 12 metros”- hacen que se vayan desvaneciendo las esperanzas de encontrar supervivientes.
La CACC anunció este martes una investigación que se prolongará durante dos semanas y que incluirá comprobaciones en puntos de control aéreo, aerolíneas y escuelas de formación de pilotos “para garantizar la seguridad absoluta” en las operaciones del sector aéreo del país.
El organismo pidió precaución para “detectar riesgos ocultos” y “tomar medidas” para reforzar la investigación de “peligros potenciales” en aspectos como el mantenimiento de las aeronaves, la formación de pilotos o las condiciones meteorológicas durante los vuelos.
Las autoridades de la aviación de China todavía desconocen las razones del suceso, que rompió una racha de casi 12 años sin grandes accidentes aéreos en el país asiático.
“Los controladores aéreos trataron de ponerse en contacto con la tripulación en numerosas ocasiones, pero no recibieron respuesta”, declaró Zhu, que añadió que las autoridades “todavía no tienen una pista clara acerca de qué ocurrió” y que “se están investigando a fondo varios factores como la meteorología, el control aéreo y el mantenimiento, el diseño y la manufactura de la nave”.
Medios oficiales chinos, los únicos a los que se les ha permitido acceder a la zona para cubrir el accidente, dijeron también que las condiciones meteorológicas eran normales en el momento del accidente, de acuerdo a un funcionario.
Según el portal de seguimiento de vuelos FlightRadar24, el aeroplano descendió casi 8 mil metros en menos de tres minutos por razones todavía desconocidas.
China Eastern, la segunda mayor aerolínea del país por número de pasajeros, ordenó el lunes que todos sus aparatos Boeing 737-800, el modelo del avión estrellado, permaneciesen en tierra tras el accidente hasta que se tengan más datos sobre lo ocurrido.