Resulta que el personal directivo del CECYTECH está pagando los platos rotos del Gobierno del Estado, esto debido a que desde noviembre del año pasado les suspendieron el pago de la prima de antigüedad, prestación que se paga a los trabajadores de ese subsistema educativo al cumplir cinco años de servicio.
Según palabras del director Administrativo, Juan Pablo Salazar Herrera, el pago fue suspendido por tratarse de un “pago ilegal”, cuando está establecido en el Reglamento Interior de Trabajo y se ha venido pagando desde el año 2004.
No conforme con eso, en enero de este año les suspendieron el pago del resto de las prestaciones, afectando a más de 100 familias que ya tenían comprometidos sus ingresos con los gastos que toda familia tiene, como son la salud, educación, pagos de hipotecas o rentas, vehículos, alimentación, créditos, entre otros.
¿Y por qué los platos rotos de Gobierno del Estado?
Porque CECYTECH recibe presupuesto federal y presupuesto estatal, siendo el estado quien no ha cumplido con la aportación que le corresponde para el sostenimiento del subsistema, que, dicho sea de paso, atiende a los estudiantes más vulnerables del estado, a pesar de que María Eugenia Campos, ha dicho en varias ocasiones, que el estado de Chihuahua tiene recurso suficiente para cubrir los gastos de educación, salud y adeudos pendientes.
¿Cuál es la respuesta que el director general, Ricardo García Parra, les ha dado a los directivos, que siguen esperando que les paguen las prestaciones que de manera arbitraria les han dejado de pagar?
Pues nada más y nada menos que hay que generar ingresos, hay que aumentar las “aportaciones voluntarias” de los estudiantes, el pago de constancias, y todo lo que se pueda, hasta vender menudo los domingos si es necesario.
Es inaudito que en lugar de realizar las gestiones necesarias para que el Gobierno del Estado pague lo que le corresponde, pretenda que los recursos lleguen al CECYTECH por otras vías.
Lo curioso es que para viáticos del director general y de toda su comitiva, no ha faltado recurso, pues nada más se acerca el fin de semana y se le ofrece visitar los planteles de Juárez, a los que ha visitado dos o tres veces al mes desde que asumió la dirección, el pequeño detalle es que Ricardo García Parra es de Juárez, como Javier González Mocken y muchos de los funcionarios de educación. Se le olvida al director que el CECYTECH se encuentra en 33 municipios del estado.
Otra de las cosas que llama la atención, es que el delegado del Sindicato, Alonso Cuevas, tiene línea directa con él, mientras que los directores de los planteles batallan para que los atienda por teléfono. Trascendió que, al delegado del Sindicato, hasta oficina le pusieron en la dirección general y le dieron un vehículo oficial, y es él quien presume de la gran influencia que ejerce sobre el director general.
La nueva administración del CECYTECH se ha ocupado en correr gente hasta con 20 años de antigüedad para abrir espacios a las personas con las que Maru tiene compromisos políticos, además de que varios de los puestos están siendo ocupados por personas ajenas a la educación, muchas de ellas provienen de la ciudad de México, como si en Chihuahua no hubiera gente capacitada para desempeñar esas funciones, por cierto a esos nuevos empleados, se les pagan asistentes personales, choferes y unas muy jugosas compensaciones.
¿Será necesario que los directivos del CECYTECH se planten en las oficinas de Hacienda o en el Palacio de Gobierno, para que Maru los escuche y les paguen las prestaciones que les deben?