La euforia de la NFL llegó a Los Ángeles a su máximo punto. Esto es importante si tomamos en cuenta que esta ciudad pasó 21 años sin un equipo de futbol americano profesional y hoy tienen al campeón.
Los Carneros de Los Ángeles realizaron el tan esperado desfile por ganar el Super Bowl LVI ante los Bengalíes de Cincinnati, regalándole a esa ciudad su segundo título y el primero desde los Raiders de Los Ángeles en el SB XVIII, antes de su partida a Oakland y posterior mudanza a Las Vegas.
Los campeones de la NFL comenzaron su desfile desde el exterior del Shrine Auditorium and Expo Hall, en el Boulevard West Jefferson y se encaminaron al sur por la calle Figueroa, para meterse a la explanada del Coliseo Memorial de Los Ángeles y celebrar con toda su afición por el segundo trofeo Vince Lombardi de su historia.
Miles de aficionados se reunieron en las calles, muchas de ellas cerradas al público, para celebrar a un equipo que luchó para ganarse la aprobación del público: fundados en 1936 en Cleveland, los Carneros jugaron en L.A. entre 1946 y 1994, hasta que se mudaron a San Luis y ganaron su primer anillo; no fue sino hasta 2015 que regresaron a Los Ángeles, pero batallaron para ganarse la aprobación de la ciudad. Ahora son sus campeones.
Con un puro en su mano y una cerveza, Matthew Stafford lucía contento. Al fin consiguió el tan ansiado sueño de ser campeón en la NFL y su primer título en cualquier nivel desde 2005, cuando ganó el Campeonato Estatal de Texas con la preparatoria de Highland Park.
Se entiende su felicidad y el hecho de que subiera al estrado con una botella de tequila de 1942, señalando que aprecia mucho vivir esta oportunidad, antes de darle un trago y regalar uno de los momentos más importantes de este desfile. “Esto me impresiona a mí mismo sobre la oportunidad de jugar con estos chicos, trabajar con ellos. Es increíble y estamos aquí para celebrar”.