La principal aerolínea de México cambia su posición de rechazo sobre el nuevo aeródromo y ofrecerá vuelos desde este sitio a Mérida y Villahermosa a partir de abril.
En la víspera de que se oficialice su salida de la bancarrota, Aeroméxico ha dado un giro de 180 grados sobre su rechazo a operar en el polémico Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). La aerolínea mexicana ha informado de que a partir de abril próximo ofrecerá una oferta de dos vuelos diarios a las ciudades de Mérida (Yucatán) y Villahermosa (Tabasco) desde este punto, situado a unos 42 kilómetros de la capital y cuyas últimas obras están a marchas forzadas ante su próxima inauguración, el 21 de marzo. “Nos encontramos en la etapa final de un proceso profundo de reestructura y transformación que nos permitirá salir fortalecidos y tomar decisiones como esta en beneficio de la conectividad de nuestro país, el servicio a nuestros clientes y la generación de empleos”, ha declarado este miércoles el director de Grupo Aeroméxico, Andrés Conesa, por escrito.
Las celebraciones contrastan con sus propios dichos de rechazo a finales de 2021. En octubre del año pasado Conesa declaró que no era viable operar simultáneamente en el nuevo aeródromo y en el actual Aeropuerto Internacional Benito Juárez. “En nuestro modelo de negocio necesitamos operar en un solo aeropuerto, no hace sentido operar de dos tan próximos”, dijo en ese entonces. Una postura que otros miembros de la compañía reiteraron en noviembre. Sin embargo, ahora la compañía ha cambiado de opinión y ha anunciado que a partir de abril operarán desde el nuevo aeropuerto, obra emblema del Gobierno de López Obrador. La empresa ha justificado su cambio de dirección tras evaluar “los resultados de los análisis de red, ubicación y necesidades de clientes, así como el aprovechamiento de la infraestructura aeroportuaria en esta terminal”.
Con estas nuevas rutas, Aeroméxico estará conectando directamente a la zona metropolitana de la Ciudad de México con 43 destinos nacionales y se sumará a la oferta de vuelos que ofrecerán desde esta nueva base aérea Volaris y Viva Aerobús. Tras darse a conocer el anuncio, la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA) ha dado su espaldarazo a la apertura de nuevas rutas de Aeroméxico. “Con el apoyo del Gobierno Federal, Aeroméxico y sus trabajadores continuaremos nuestra permanencia en el mercado nacional e internacional. La Assa de México y sus Sobrecargos estamos listos para atender este nuevo mercado”, indicaron.
Para el director del Instituto Nacional de Investigaciones Jurídico Aeronáuticas (Inija), Pablo Casas, el cambio de opinión de Aeroméxico no obedece a razones técnicas sino políticas, como un gesto de apoyo al Gobierno de López Obrador. El consultor aeronáutico hace hincapié en que es relevante que la empresa decida no iniciar los vuelos en marzo, con la inauguración del aeródromo, tiempo en el que podrá evaluar el desempeño de los vuelos de sus competidores. “No existe estudio de mercado que soporte la viabilidad y costo de esa ruta como generalmente se hace”, refiere.
A fines del año pasado la compañía consiguió el aval de una corte de quiebras en Nueva York para sacar de la bancarrota, proceso al que se adhirió en julio de 2020 ante el batacazo económico que sufrió por la pandemia. La aerolínea consiguió in extremis un acuerdo con sus acreedores para salir del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos. Sin embargo, el horizonte aún presenta nubarrones para Aeroméxico, con una nueva estructura accionaria la rentabilidad y reducción de costes serán prioritarios, mientras buscará recuperar el mercado que perdió mientras estaba en bancarrota y que aprovecharon aerolíneas como Volaris, que en 2021 aventajó a la aerolínea por transporte de pasajeros.
El aeropuerto Felipe Ángeles es una de las obras de infraestructura prioritarias de esta Administración. El proyecto inició en 2019 luego de que el presidente ordenó la cancelación del aeropuerto de Texcoco, obra emblemática del sexenio anterior. La distancia entre el aeródromo y la capital del país ha sido uno de los principales puntos de controversia desde que comenzó su construcción. El Gobierno ha anunciado que para facilitar el acceso se ampliará el tren suburbano, con un trayecto que promete un traslado en 39 minutos desde la estación Buenavista, en el centro de Ciudad de México, hasta la terminal aérea, ubicada en el municipio de Zumpango, Estado de México. A menos de 40 días del banderazo de salida, los trabajos tienen un avance de más del 80% y las reformas avanzan contrarreloj.