Antiguamente, los campesinos y los hombres de campo, pero también otras personas, pronosticaban el clima con un método tradicional de predicción, conocido como cabañuelas, el cual consiste en observar el cielo y las condiciones meteorológicas que se presentan en los primeros días de enero.
Esta necesidad de saber sobre el clima es algo constante a lo largo de la historia del ser humano, pues le permitía saber cuál era la mejor época para sembrar o cosechar, e incluso, recientemente, para saber cómo vestirse, qué rutas, hacia dónde viajar, etcétera.
En sus redes sociales, el físico mexicano Gerardo Herrera Corral señala que las cabañuelas son un método tradicional de predicción o de pronóstico meteorológico, propio del centro y sur de España y cuyo origen es de una tradición judía, “la fiesta de los tabernáculos, que también puede ser la fiesta de las cabañas”.
Esta festividad rememora las vicisitudes del ‘pueblo elegido por Dios’ durante su andar en el desierto. En este recorrido los judíos acostumbraban a vivir en cabañas, de ahí deriva el nombre “cabañuelas”, y durante esta fecha tenían rituales con los que podían predecir cuál iba a ser la meteorología de los días por venir, apunta el también físico del Cinvestav.
En el caso de México y América Latina, existen también antecedentes prehispánicos que versan sobre la forma en que las diferentes culturas hacían sus cálculos de meteorología, utilizando como referencia el solsticio de invierno.
Entre los agricultores, según una publicación del ISSSTE, el método de las cabañuelas se basaba en la observación de las condiciones atmosféricas de los primeros 12 días de enero, los cuales corresponderían a los 12 meses del año. Así, por ejemplo, el clima observado hoy 3 de enero correspondería a marzo, el 4 de enero a abril, el 5 de enero a mayo y así sucesivamente hasta llegar al día 12, el cual correspondería a diciembre.
Si bien no hay un documento detallado o profundo sobre el uso y costumbre de las cabañuelas en las diferentes culturas, la mayoría del conocimiento se ha difundido por tradición oral; todavía hoy algunos adultos mayores suelen tomar como referencia los primeros 12 días del año para definir qué clima hará a lo largo de los restantes días.
Los más meticulosos dividen el día por horas para tener mayor exactitud en la medición del tiempo.
Por tradición, el clima que prevalece el 1 de enero corresponde al primer mes del año, seguido del 2 de enero que sería febrero, y así de manera subsecuente hasta llegar al 12 de enero, que tendría el clima del mes de diciembre.
Algunas culturas también aplican las “cabañuelas” de regreso o de retorno, las cuales comprenden la predicción del clima de forma descendente, es decir del 13 al 24 de enero, siendo el día 13 el mes de diciembre; el 14 noviembre, y así de forma sucesiva hasta llegar de nueva cuenta al mes de enero el día 24.
Las cabañuelas son una forma empírica de predicción del clima, el cual diversas culturas han seguido; en algunos países como México, Colombia o España todavía los campesinos y los adultos mayores siguen recordándolas cada inicio de año.