El top 10 de países más ricos, entre ellos México, concentra alrededor del 60 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial; sin embargo, en las últimas dos décadas la tendencia ha movido la posición de estas economías e incluso China ha logrado desplazar a Estados Unidos del primer sitio, esto según la consultora McKinsey & Co.
El documento titulado “El auge del balance mundial: ¿en qué medida estamos utilizando nuestra riqueza de forma productiva?”, explica que el patrimonio neto se triplicó entre 2000 y 2020 a 510 billones de dólares, es decir, 6.1 veces el PIB mundial, con China representando un tercio del crecimiento mundial.
Mientras el patrimonio neto de China incrementó de 7 billones en 2000 a 120 billones de dólares en 2020, el de Estados Unidos lo hizo en casi 50 billones de dólares en el mismo periodo.
“Los hogares (chinos) son los propietarios finales del 95 por ciento de la red valor, la mitad en forma de activos reales, principalmente vivienda, y el resto enactivos como capital, depósitos y fondos de pensiones”, advierte.
En tanto, el valor neto per cápita osciló entre $ 46 mil dólares en México y 351 mil dólares en Australia en nuestra muestra.
Las economías más ricas son:
China, con 120 billones de dólares
Estados Unidos, con 50 billones de dólares
Alemania, con 14 billones de dólares
Francia, con 14 billones de dólares
Reino Unido, con 7 billones de dólares
Canadá, con 7 billones de dólares
Australia, con 7 billones de dólares
Japón, con 3 billones de dólares
México, con 3 billones de dólares
Suecia, con 2 billones de dólares
El documento refiere que el “vínculo histórico entre el crecimiento del patrimonio neto y el crecimiento del PIB ya no es el mismo”.
“Si bien el crecimiento económico ha sido tibio durante las últimas dos décadas en las economías avanzadas, los balances y el patrimonio neto que lo han rastreado durante mucho tiempo se han triplicado”, manifestó.
Esta divergencia surgió a medida que aumentaron los precios de los activos, pero no como resultado de las tendencias del siglo XXI, como la creciente digitalización de la economía.