Para evitar incidentes relacionados a fugas de gas, es importante verificar constantemente el estado de los tanques de cualquier instalación con el fin de estar prevenidos y protegidos.
Las fugas de gas son el detonante principal de flamazos, explosiones, incendios, quemaduras e intoxicaciones, por lo que se deben revisar las conexiones, tanques y/o cilindros por lo menos cada seis meses y después de que ocurra un sismo, de acuerdo con la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil.
Antes que nada, debes cerciorarte de que los tanques y las instalaciones están en buenas condiciones; por ejemplo, si el recipiente no portátil, es decir, tanque estacionario, tiene 10 años o más de fabricado, debe contar con un dictamen vigente que analice los espesores del cuerpo y las cabezas.
Asimismo, debes tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Revisa que los tanques estacionarios o cilindros estén en espacios abiertos.
- Coloca agua jabonosa sobre el tanque o la conexión para detectar si existe una fuga de gas; en caso de producirse burbujas, hay fuga.
- Al comprar un cilindro de gas L.P. debes comprobar que no presente golpes y abolladuras, que emita olor a mercaptano etílico.
- El cilindro debe estar en piso firme y nivelado.
- El tanque o cilindro tiene que estar a una distancia mínima de 1.5 metros de una fuente que genere chispas.
- Cierra las llaves del tanque de gas antes de dormir o al salir de viaje.
- Si el tanque es estacionario, el llenado no debe estar por encima del 80 por ciento de su capacidad.
- Recuerda cambiar las válvulas de un tanque estacionario cada cinco años.
- Los recipientes de 10 kilogramos deben tener garantizada la ventilación.
En caso de una emergencia, repórtala al 911.