El primer cohete espacial surcoreano fabricado localmente alcanzó la altura deseada, pero no logró poner en órbita una carga útil ficticia en su primer ensayo de lanzamiento el jueves.
El presidente surcoreano Moon Jae-in, que observó el lanzamiento in situ, calificó el ensayo de “logro excelente” que permite al país dar un paso más en su programa de lanzamiento de satélites.
Un video en vivo mostró al cohete de 47 metros (154 pies) elevándose en el aire mientras salían brillantes llamas amarillas de sus motores luego del lanzamiento en el Centro Espacial Naro, el único del país, situado en una pequeña isla frente a su costa austral.
La ministra de Ciencias, Lim Hye-sook, dijo que las etapas primera y segunda del cohete se separaron correctamente y que la tercera lanzó la carga —un bloque de acero y aluminio de 1,5 toneladas— a 700 kilómetros (435 millas) de altura sobre la Tierra.
Sin embargo, según los datos del lanzamiento, dijo que la tercera etapa se quemó anticipadamente después de 475 segundos, unos 50 segundos antes de lo previsto y no le dio a la carga velocidad suficiente para estabilizarla en órbita.
Funcionarios de la agencia espacial, el Instituto Coreano de Investigaciones Aeroespaciales, dijeron que los escombros de la carga deben de haber caído en aguas al sur de Australia. El instituto prevé crear un comité de inspección para analizar errores y realizar ajustes antes del próximo ensayo de lanzamiento.
El lanzamiento tuvo lugar con una hora de demora, a las 5 de la tarde (0800 GMT), porque los ingenieros requirieron más tiempo para examinar las válvulas del cohete. También existían temores de que vientos fuertes y otras condiciones afectarían el lanzamiento.
“Aunque no cumplió perfectamente sus objetivos, fue un logro excelente por tratarse de un primer lanzamiento”, dijo Moon en un discurso televisado.
“Las separaciones de los cohetes, el carenado (de la carga) y el satélite ficticio funcionaron perfectamente. Todo esto se realizó sobre la base de tecnología que es totalmente nuestra”, añadió.
Corea del Sur lanza sus satélites con ayuda de otras naciones desde principios de la década de 1990, pero ahora intenta ser la décima nación del mundo que envía un satélite al espacio con tecnología propia.