LA PALMA, España, 4 oct (Reuters) – El río de lava al rojo vivo que brota del volcán Cumbre Vieja, en la isla española de La Palma, se hizo más denso el lunes, después de que la noche anterior se derrumbara el lado norte del cráter y provocara espectaculares explosiones, pero las autoridades han descartado nuevas evacuaciones.
A pesar de la mayor actividad, la lava parecía seguir una trayectoria similar a la de las coladas anteriores, evitando las zonas que hasta ahora se habían salvado, dijo el presidente regional de las Islas Canarias, Ángel Víctor Torres.
“Hemos tenido que hacer algunos confinamientos por la calidad del aire, y no está previsto que tengamos que hacer nuevas evacuaciones”, dijo en una entrevista al canal de televisión TVE el lunes por la mañana.
Torres dijo que el volcán había emitido aproximadamente tres veces el material expulsado durante la última gran erupción de la isla en 1971, en una cuarta parte del tiempo.
Añadió que su administración planeaba comprar unas 300 casas para alojar a los que perdieron sus hogares y dijo que era demasiado pronto para saber la magnitud de los daños totales.
“Si la lava sigue expulsando la cantidad que pudimos ver durante esta noche, serán más los daños”, dijo Torres.
Aproximadamente 1.000 edificios han sido destruidos desde que comenzó la erupción el 19 de septiembre y 6.000 personas han sido evacuadas, la mayoría de ellas de las localidades de El Paso y Los Llanos de Aridane, dos de los principales núcleos de población de la isla, de 83.000 habitantes.
Durante su visita a la isla el fin de semana, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, prometió una ayuda de 206 millones de euros para la reconstrucción e insistió en que La Palma era segura para el turismo.