Los comentarios fuera de lugar y considerados como hostigamiento sexual, por parte de dos directivos de la Policía Municipal, fueron el comienzo de la pesadilla que actualmente vive la abogada Norma Lizbeth Chánez Sáenz, que por 20 meses ha tenido que sufrir vejaciones y maltratos en su ambiente laboral por no quedarse callada ante las agresiones.
En enero del 2020 en un convivio en la Comandancia Sur, Norma Lizbeth pretendía utilizar un baño para juezas y jueces calificadores, mismo que estaba abierto, al entrar se encontraba orinando el policía Alejandro García Montalvo, entonces ella retrocedió por la equivocada situación y cerró la puerta.
Afuera estaba el subdirector de Justicia Cívica de la DSPM, Francisco Ledezma que vulgarmente le dijo “ya se la viste”, en referencia al órgano sexual del policía y cuando éste salió del baño, le dijo: “ya puedes entrar, te lo dejé calientito”.
“Me sentí sumamente ofendida, humillada y denigrada, ya que en ningún momento di pie para ese tipo de trato y comentarios hacia mi persona, sintiendo sus comentarios como un acoso sexual y ofensivo hacia mi persona”, denunció Norma Lizbeth ante Derechos Humanos.
Se organizó una reunión entre la víctima y las dos personas involucradas por el incidente, donde se comprometieron autoridades a remediar la situación y castigar a los elementos por sus comentarios, lo que no resultó ser así e inclusive fueron ascendidos de puesto.
Esto fue el comienzo de una serie de vejaciones y maltratos en contra de Norma Lizbeth a quien comenzaron a presionarla con cambios de áreas, regaños exagerados y trabajo extra sólo por una razón, tuvo el valor de no quedarse callada ante una agresión de hostigamiento sexual.
A pesar de la recomendación No. 43/2020 que emitió la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, la situación no ha cambiado y por 20 meses, la abogada ha tenido de soportar el hostigamiento laboral que derivó su denuncia.
Se denunció que a pesar de que es la situación es conocidas en la corporación, los directivos no hacen nada por lo que podrían estar en complicidad con las dos personas denunciadas.
Esto es sólo una muestra de hostil ambiente laboral en el que puede vivir las mujeres en la Dirección de Seguridad Pública Municipal, y que al denunciarse la situación en lugar de tener apoyo por parte de las autoridades, las cosas quedan igual y las víctimas sufren las consecuencias de alzar la voz.
El hostigamiento viene desde el director Gilberto Loya y Juan Carlos Vielma, coordinador de Jueces Civiles, hasta Francisco Lezama, subdirector de Justicia Cívica y Paloma Jazmín Valle, encargada de las áreas de Pertenencias, Captura y Afis, señalan en la denuncia de la víctima.
También César Jáuregui Moreno, secretario del Ayuntamiento; Liliana Herrera, subdirectora de Atención a la Violencia Familiar y de Género; Margarita Blackaller, directora del Instituto Municipal de las Mujeres y Salvador Aristi, subdirector de Atención Ciudadana, se enteraron de la denuncia que hizo Norma Lizbeth pero no hicieron nada, por lo que se decidió hacer pública esta situación en espera de que las autoridades intervegan y hagan los correcto.