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La Secretaría de Salud indicó que la vacunación contra el coronavirus no es mágia y las medidas preventivas son la mejor opción para evitar contagios, según dijo el director de la zona norte, Arturo Valenzuela.
“Las personas que reciban su segunda dosis no deben dejar de practicar las medidas de prevención, puesto que la inmunidad se logra tres semanas después de esa segunda aplicación”, advirtió.
Afirmó que la mejor vacuna contra el coronavirus es la cultural que incluye medidas como uso del cubrebocas, lavado frecuente de manos, aplicación de gel sanitizante (a base de alcohol) y mantener la sana distancia.
Dijo que estas acciones protegen a la población de muchos otros tipos de enfermedades, además de ser gratis cada persona las puede aplicar en su familia para protegerla.
“La vacuna de prevención no causa efectos secundarios, depende de nosotros, es nuestra responsabilidad vacunarnos culturalmente y seguir las medidas preventivas”, mencionó.
El doctor Valenzuela explicó que las nuevas cepas generan los mismos síntomas que la cepa original, es decir, malestar general, dolor de cabeza, fiebre, pérdida del gusto, pérdida del olfato, debilidad general, en la parte de replicación del virus; luego pasan a la etapa pulmonar o neumónica, en la que se tiene dificultad para respirar; después viene la etapa inflamatoria, que es la más delicada y complicada porque es un daño sistémico a todo el organismo.
“Las cepas aún no se han distinguido por un síntoma en particular y recordemos que aún estamos por lidiar con cepas nuevas, como la que actualmente afecta a la India, que tiene contra las cuerdas ese país, con 17 millones de casos, 200 mil muertos y 300 mil casos nuevos diarios, y que uno de estos días la recibiremos también en nuestro territorio, como ya ocurrió con las de Brasil y Reino Unido”, señaló.
En su participación, el subdirector de Epidemiología, Gumaro Barrios Gallegos, coincidió en expresar que la mejor vacuna es la prevención.
“Debemos de apostarle siempre a este tipo de vacuna que es la prevención y buscamos que ésta se convierta en un hábito en la población, porque una vez que formamos un hábito este se ejecutará permanentemente; mientras no logremos eso la situación se complica”, aseveró el doctor Barrios.
