La muerte en manos de oficiales de policía de una joven estudiante de enfermería Keyla Martínez Rodríguez, conmocionó a la sociedad hondureña quienes desataron una seria de protestas violentas en aquel país.
Lo que fue catalogado inicialmente como un “suicidio”, llevó a los familiares de la joven a manifestarse en contra de las autoridades, ya que según refieren la joven murió en manos de los oficiales.
La noche del sábado 6 de febrero, la joven de 26 años fue detenida por la Policía en el municipio de La Esperanza, en el departamento de Intibucá, al occidente del país centroamericano.
La Policía Nacional informó en un comunicado que la joven fue detenida por hacer “escandalizar en la vía pública en estado de ebriedad” y por esta razón habría sido trasladada a la comandancia de policía.
Durante su estancia en las celdas, Keyla fue encontrada sin vida, y la justificación de las autoridades fue que “se suicidó mediante asfixia por suspensión”.
Sin embargo los familiares de la joven exigen justicia y el esclarecimiento del caso, que apuntaba a un homicidio a manos de los oficiales.