29 marzo, 2024

LA TRANSICIÓN ENERGÉTICA DEBE SER EFECTIVA.
Lic. Jorge Neaves Chacón

La transición energética de combustibles fósiles a energías limpias debe concebirse como parte integral del derecho humano que todos tenemos a contar con un medio ambiente sano y del derecho a la salud; debe pasarse del solo discurso y leyes declarativas, a acciones efectivas y eficientes para hacerlo realidad.
A partir de 2035, Inglaterra prohibirá la venta de vehículos nuevos con motores a gasolina o diésel, incluidos los híbridos, en el marco de sus esfuerzos por alcanzar la neutralidad de carbono, anunció el primer ministro Boris Johnson, lo cual ya tenían previsto para 2040 pero lo adelantan 5 años.
Las grandes potencias fincan su desarrollo económico en gran medida en el aseguramiento de las fuentes de energía para su base industrial, hasta ahora en combustibles fósiles y se advierte claramente que ya se está abandonando para transitar hacia las energías limpias.
La capacidad del sistema terrestre para absorber las emisiones de gases de efecto invernadero ya está agotada y, según el Acuerdo Climático de París, las emisiones actuales deben detenerse por completo para 2040 o 2050 y estamos frente a una disyuntiva, o se desarrollan tecnologías para captura masiva y absorción de carbono disminuyendo su presencia en la atmósfera o requerimos de una agresiva acción de transición de energía hacia la eliminación de los combustibles fósiles como el petróleo, el gas natural y el carbón, para dar cauce al uso de energías limpias o libres de carbono, como el combustible nuclear (uranio) y las fuentes de energía renovable eólica, hidroeléctrica, solar, geotérmica y marina.

Una implementación oportuna de la transición energética requiere múltiples enfoques y la intervención de todos los países del mundo pero debemos contar con una visión clara de lo que sucede y tomar acciones efectivas, pues al parecer estamos inmiscuidos, al menos en México en una cómoda transición energética, en la que damos un paso para adelante y dos para atrás, pareciera que estamos jugando nuestro papel de país en desarrollo, y no pensar que si encabezamos la transición hacia otras energías podría ser el pivote para alcanzar el desarrollo pleno del México y convertirnos en una potencia energética, sol, mar, geotermia y aire son recursos energéticos renovables que abundan en nuestro territorio, pero en lugar de tomar la firme decisión de usarlos, seguimos pensando en el petróleo como base estructural de nuestro sistema energético y de la economía, mientras en el mundo los países desarrollados piensan que después de un período de transición, se espera que la producción de energía renovable constituya la mayor parte de la producción de energía del mundo y ya se anticipa que, para 2050, la mezcla de energía primaria del mundo se dividirá en partes iguales entre fuentes fósiles y no fósiles.

Una proyección de 2011 formulada por la Agencia Internacional de Energía prevé que la energía solar fotovoltaica suministre más de la mitad de la electricidad del mundo para 2060, reduciendo drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero.

Es por ello que debemos exigir de nuestro gobierno acciones hacia una transición energética efectiva, como una acción que enfrente las consecuencias de los gases invernadero, es verdad, tenemos un marco normativo de primer mundo, a nivel federal, la Ley de Transición Energética, Ley de Energía Geotérmica, Ley de Energía para el Campo, Ley de los Órganos Coordinados en Materia de Energía, Ley de Promoción y Desarrollo de los Bioenergéticos, Ley General de Cambio Climático y a nivel local, la Ley para el Fomento, Aprovechamiento y Desarrollo de Eficiencia Energética y de Energías Renovables del Estado de Chihuahua y Ley de Cambio Climático del Estado de Chihuahua, estos cuerpos normativos quedan en una dislexia legislativa y poca efectividad en su aplicación por falta de programas operativos y presupuestales que les de acción, rumbo y sentido, es francamente desastroso, pues a pesar de que en dichas normas se establecen metas anuales medibles para dejar de depender de los combustibles fósiles y combatir el cambio climática, el Gobierno Federal insiste en apostarle a la refinación del petróleo y no al desarrollo de las nuevas tecnologías y fuente de energía limpia.

No debemos dejar que la atención de una urgencia, como es enfrentar la pandemia, nos impida atender lo importante y trascendente.

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